La praxis de estos proverbios sobrepasa las barreras del tiempo y son muy fáciles para su memorización. A mí me encanta el capítulo 31 de la mujer piadosa en su relación con su esposo, sus hijos, sus vecinos y sus actividades. Pero sobre todo, es un manual de instrucción para los jóvenes y para los que no están experimentados; en los primeros capítulos vemos como el padre sabio da consejos acerca de la vida a su hijo amado. Toca muchísimos aspectos de la vida diaria: relaciones en el matrimonio, entre padres e hijos, educación, política, trabajo, juicios, economía, compra y venta, especulación, ... En lo que nos ocupa hoy, he escogido los siguientes:
Proverbios 16: 12, 13. Abominación es a los reyes hacer impiedad, porque con justicia será afirmado el trono. Los labios justos son el contentamiento de los reyes, y éstos aman al que habla lo recto. Escúchalo en castellano.
En el ámbito laboral, la aplicación práctica en nuestros días sería algo así como que los jefes y responsables de departamentos deben practicar la honestidad. ¿No es cierto que quién se conduce así en la vida, su puesto será más duradero?. Un superior con esta cualidad gozará del favor y simpatía de sus empleados y será difícil hacerlo caer.
Proverbios 22: 29. ¿Has visto hombre solícito en su trabajo? Delante de los reyes estará; no estará delante de los de baja condición. Escúchalo en castellano.
En el ámbito laboral, la aplicación práctica en nuestros días sería algo así como que los jefes y responsables de departamentos deben practicar la honestidad. ¿No es cierto que quién se conduce así en la vida, su puesto será más duradero?. Un superior con esta cualidad gozará del favor y simpatía de sus empleados y será difícil hacerlo caer.
Pero estos mismos superiores demandan lo que ellos mismos dan: honestidad. A nadie le gusta ser engañado o burlado; y menos aún en las tareas laborales, que tanta responsabilidad exigen. Lógico que los empleadores busquen personas dignas de confianza.
Unos puntos prácticos acerca de esto:
- Decir la verdad.
- Hacer tratos honestos con clientes, proveedores y trabajadores.
- Tener un criterio razonable para todos.
- Tener un objetivo y encaminar los recursos para lograrlo.
En este otro proverbio pondremos la carga sobre el trabajador por cuenta ajena, aunque puede ser aplicado en otros ámbitos. Nadie se va a quejar del trabajador diligente y no perezoso que hace bien su trabajo. Éste tiene muchas más posibilidades de ser promocionado que aquél que realiza sus tareas a regañadientes. Estamos de acuerdo ¿verdad?.
Unos puntos prácticos de este trabajador diligente:
Según el trabajo realizado.
- Se ha hecho lo que se ha pedido.
- La limpieza, el orden, los tiempos, … son correctos.
- La limpieza, el orden, los tiempos, … son mejores que lo que se pedía.
- La actitud con la que se realizan los trabajos.
- La interacción con los compañeros de trabajo.
- La interacción con los superiores.
- La interacción con los subalternos.
Los empleados en los que se puede confiar son el activo intangible más valorado por los directivos y ejecutivos de las empresas. Un trabajador digno de confianza no tiene precio.
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